Dorei no Shinsekai Cap 15


esta imagen tiene un objetivo meramente artístico... aunque con el cabello rojo y orejas caninas, se vería muy parecido a Quiel.


Capítulo 15: El lobo, el genio y la sombra (God_Is_Dark)


Resumen del capítulo anterior:
The King is Death.
The Princess are crying.
The kira is seeing.

Parte 1


Kimizu avanzaba como el cabecilla de una caravana tirada por caballos; junto con él, el demi-humano Quiel y la demonio Phiroquimeria, formaban, junto con otros seis niños, lo que han quedado de remanentes de los 34 niños que originalmente habían salido junto con ellos del pueblo maldito por el dragón.

Los que aún estaban junto a ellos eran: Serlius Dwen, Remius Dwen, Mimphes Hous, Talina Ylim, Diara Maurte y Zialta Gied.

Y mientras avanzaban, Kimizu se ensimismaba en el entrenamiento físico, al mismo tiempo que empujaba a sus bastante jóvenes acompañantes al punto en el cual el ejercicio físico dejaba de ser rutina para ser estilo de vida.

-después de esto haremos entrenamiento básico de magia, Zialta, la magia de oscuridad es mi única especialidad, por lo que estarás bajo mi tutela.

Durante la primera semana, Kimizu había enseñado las bases de la magia a todos los niños, así que aquellos que decidieron seguirlo eran los que deseaban seguir aprendiendo de él.

-está bien, aniki-

-seguro te ira bien con el.-

Mientras Zialta respondía con condescendencia, Quiel demostraba su apoyo con una sonrisa.

-muy bien, ya detengan las abdominales, a partir de ahora tenemos que llegar al próximo pueblo antes de que anochezca, una vez allí, saldremos nuevamente para realizar los estudios correspondientes.

-¡Yay!- contestaron al unísono todos los niños.

El tiempo en el cual entrenaban a las orillas del camino también correspondía al tiempo que se le ofrecían a los caballos para descansar, una vez el descansó se les otorgaba, los ahora cansados (pero aun así energéticos) niños, se subían a la carroza y seguían avanzando; si tenían hambre, cazaban o recolectaban, además de siempre guardar para ir piqueteando durante el viaje.

Cuando llegaban a un pueblo, el solo mostrar la tabla de información de Kimizu, hacía que le ofrecieran agua, alimentos y estancia, por lo que o había un gran respeto por los héroes invocados o su tabla poseía una función de tarjeta de crédito, lo cual era algo que molestaba internamente a Kimizu, lo peor que podría pasar seria que, cuando su aventura terminase, notara una cuenta bancaria a su nombre en dígitos rojos.

La caravana avanzó por cerca de cuatro pueblos en una semana, generalmente eran activos de alguna manera y siempre había una tienda de comestibles y una capilla, en los casos en los cuales no había un hostal, se les permitía usar la capilla o algún establo o molino para pasar la noche, y, como agradecimiento, Kimizu y los suyos siempre daban algún espectáculo de magia, como los arcos de fuego proyectados por Quiel, o el dúo de Remius y Serlius que creaban esculturas toscas con magia de tierra.

¿Eran un circo andante?


Parte 2 omake


Solo para exponer con cuidado los eventos, me veó obligado a hacer una línea de tiempo para exponer los eventos que han ocurrido en la novela, perdón si esta intromisión les parece molesta.





Parte 3


Hace mucho, mucho tiempo, un lobo, un genio y una sombra…

-¿Qué haces?- preguntó Quiel a Kimizu, era de noche y como desde hace algunas noches, Kimizu se había separado del grupo después de dejarlos en la posada y salía a practicar magia.

-es solo algo que se me ocurrió.-

-¿algo que se te ocurrió?- pregunto Quiel nuevamente.

-¿recuerdas el enfrentamiento que tuvimos en el pueblo de Phiroquimeria?-

-¿Qué pasa con esa pelea?

(¿A qué te refieres con “¿Qué pasa?”, acaso nunca me vas a contar lo obvio?)- pensó Kimizu.

-durante esa pelea, invoqué a Hastier como algunas veces antes, pero en esa ocasión, sentí algo que no había sentido sino la primera vez.

-¿a qué te refieres?-

-en ambos casos, yo no hice la mitad de las acciones que hastier provocó; en esa pelea en Zedal, Hastier empezó a cubrir la ciudad, eso fue ventajoso así que no le di mayor importancia, pero en el enfrentamiento del pueblo, las crestas que salieron del suelo no fueron obra mía.

Quiel frunció los ojos.

-¿te puedes explicar?

-Hastier es un dios y una consciencia, no es solo una llave de un poder, por lo tanto, es posible que se le pueda otorgar más libertad de actuación.

-¿Por qué harías algo así?

-no hay ninguna razón, así que si tengo que responderlo, seria porque es interesante.- respondió Kimizu con una extraña sonrisa.

Quiel miraba estupefacto el extraño actuar de Kimizu; era una idea pocas veces vista; incluso en las leyendas, los dioses que bajaban a la tierra como entes eran tratados como precursores de la destrucción. Aun así, ahí estaba Kimizu intentando darle forma a un dios.

-¿quieres ver mi progreso?- preguntó Kimizu.

Quiel asintió con la cabeza, sentía que era algo que merecía la pena ver hasta el final.

-¡Ven a mí, Hastier!

Las sombras alrededor de Kimizu empezaron a vibrar de manera extraña, estas empezaron a solidificarse y a sobresalir del suelo formando un círculo alrededor, posteriormente, las sombras fueron condensadas en un solo punto; en este, las sombras empezaron a tomar una forma.

-la idea que estoy tomando es la de aquella noche en Zedal, lo más cercano sería: la parca, la muerte, la carta de los arcanos mayores, shinigami, segador.

Mientras Kimizu más y más se concentraba en la imagen de esa noche, la sombra más y más tomaba la oscura forma que simboliza la muerte; una capa oscura y que cubría por completo el rostro hecho de sombras y en la espalda, una guadaña de apariencia aterradora.

-Hastier, por favor, háblame, estoy seguro eres alguien interesante.

-¿Qué rayos estas diciendo?

Mientras Kimizu decía su ridícula razón, Quiel se limitaba a mirar estupefacto, por dentro, él quería saber lo que continuaría en esta historia.

-sabes Quiel, hay una frase en mi mundo, “cuando miras al abismo, el abismo mira dentro de ti[1]”, estoy forzando esa frase, estoy haciendo que Hastier se interese en mí.

-no tienes ni una prueba acerca de que funcionará. Pero aun así…-

Pero aun así, quieres saber que lo intentaste, así debería terminar la frase, antes de ser interrumpido.

Y aquel que lo interrumpo fue…

-no es nada personal, es solo una ley no escrita, “los dioses no tienen derecho a interferir”.-

El autor de esa voz era esa figura de segador delante de Kimizu y Quiel.

-se supone que somos herramientas, solo debemos actuar en consecuencia al deseo de aquel con el que hicimos un contrato, así que, ¿por qué?

Mientras el ambiente se llenaba de una extraña presión, Kimizu contestó.

-¿y si mi deseo es que actúes en base a tu deseo?- preguntó Kimizu.

Ese encuentro que poseía un cierto elemento pesado, se diluyó con una sola frase:
-tu nunca podrías hacer algo tan increíble o tan estúpido, así que dime, ¿Cuánto deseabas decir esa frase tan genial?

-¿eh?
-¿ah?

Ante la intromisión de Quiel, tanto Kimizu como Hastier dejaron escapar un ruido extraño.

-tú lo habías dicho antes, principio de parsemonia- continuó Quiel.

Ante la clara respuesta de Quiel, Kimizu estalló en una sonora carcajada.

-¡¡BUHFF!!, está bien, admito los cargos,  la única verdad es que solo quería hacerlo y nada más; aunque es “Parsimonia”.

-sé que no estoy en posición para decirlo, pero, ¿Por qué le mentirías hasta a un dios?

Hastier había guardado silencio, mientras inclinaba la cabeza.

Quiel tomó un paso adelante y explicó.

-¿sabes cómo funciona Ouki?, la respuesta es, “del modo más simple y ridículo que se te ocurra”; puede que sea reamente listo, pero también es sarcástico y bastante perspicaz; ahora, respondiendo a las preguntas implícitas, Ouki solo te quería conocer al mismo nivel que alguien quiere conocer a “la lamia”; él no tiene ninguna razón de peso para hacer las cosas más extrañas.

Ante el completamente leído Kimizu, Hastier seguía confundido.

Kimizu se adelantó a Quiel y se dirigió a Hastier con una sonrisa de perdedor, estiró la mano derecha y habló entonces.

-Hastier, ¿quieres ser mi amigo?

Parte 4


Pasado el momento de confusión, Kimizu se dirigió a Hastier.
-¿Qué poderes puedes usar?

-no es que sea un poder, sino que controlo uno de los seis principios a voluntad, es decir, oscuridad, cuyos principios activos son “ocultar” y “solidificar”

-¿es decir que casi cualquier elemento hecho de sombras puedes crearlo?

-¿elemento de sombras?

Ante la pregunta de Kimizu, Quiel hizo su pregunta buscando una aclaración.

-como extensión, solo he usado las sombras de Hastier para crear una guadaña como arma, pero también he podido crear barreras y he destruido el terreno cuando lo he visto necesario, pero mi pregunta es sobre si pueden crearse elementos como espadas, muros, o algo más activo, como lobos o cuervos.

-pues, nunca lo he intentado, pero si, es posible.

-¿puedes hacerlo ahora?

-ahh… generalmente es el usuario quien lo moldea, pero… bueno, está bien.

La sombra, Hastier, tomó la forma de una pequeña ave de cola larga, como un ave del paraíso antes de cambiar su forma nuevamente a la de un segador.

-es u n poco extraño, pero en definitiva es posible- afirmó Hastier.

-¿Qué tal la forma de una armadura?

-está bien.

Ante la sugerencia de Quiel, Hastier empezó a cambiar de nuevo; la sombra empezó a deformarse y a formar una armadura genérica de tamaño adulto; justo después de hacerlo, cuando estaba planeando regresar a su forma de segador…

-¿puedes moverte en esa forma?- preguntó Kimizu.

-ahh…- Hastier empezó a hacer un ruido extraño mientras intentaba hacer cosas que nunca antes había hecho.

-¿así está bien?- preguntó Hastier mientras hacía que la armadura se moviese de una manera extraña.

-ahora una última pregunta: cuando hicimos el contrato, cada vez que te utilizo, mi magia no es utilizada en lo más mínimo, pero si mi consciencia; la verdad es que quiero que formes parte de nuestro extraño grupo ambulante; por eso, quiero que tomes formas que resulten útiles, pero no solo eso, quiero que desarrolles un actuar independiente.

-¿Qué quieres decir?- (Hastier en forma de armadura)

-no estoy muy seguro de cómo explicarlo, pero, solo quiero que pases tiempo con nosotros, no como el dios afiliado a mí, sino como uno más del grupo, que puedas realizar juicios de valor y actuar en torno a ellos. Quizás.- respondió Kimizu mientras seguía sonriendo- además, ¿Quién mejor para enseñar magia que un dios afiliado a uno de los seis principios?

-eso… supongo que es factible.- respondió de manera poco asertiva Hastier, realmente estaba haciendo cosas que nunca antes había hecho.

-a mi parecer complican mucho las cosas, ustedes dos.

Ante la conversación de Hastier y Kimizu, el ya nada asombrado Quiel lanzó las palabras finales antes de retirarse.

Parte 5


Lotos, en alguna habitación del castillo de la familia real de lotos, una mujer demi-humana con el apodo de “lamia” estaba probando la acomodación de un montón de libros en el suelo bajo los principios del Feng-Shui, pará así establecer una ruta de comunicación con los dioses; detrás de ella, una mujer Demi-humana en silla de ruedas esperaba.

El objetivo a contactar: el dios afiliado a la oscuridad, Hastier.



[1] Frase de Friedrich Niezsche
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